Las energías renovables (solar, eólica, biomasa, geotérmica) son las que se obtienen de fuentes naturales inagotables.
Una vez realizada la inversión inicial, todo son ventajas: el costo de la energía generada es muy bajo y predecible, y las empresas se protegen de los precios de los combustibles fósiles, lo que permite una mejor planificación financiera; se ofrecen deducciones fiscales, subvenciones a la inversión o tarifas preferenciales para las empresas que apuestan por las renovables, acelerando el retorno de la inversión; surgen nuevos modelos de negocio por la generación y venta de excedentes de energía y servicios de consultoría en energías verdes; se reduce la dependencia de la red eléctrica convencional y de proveedores externos, minimizando el riesgo de cortes de suministro; ayuda a las empresas a cumplir sus compromisos de neutralidad climática y a combatir el cambio climático; se contribuye a la preservación de estos recursos finitos y se reduce el impacto ambiental de su extracción y transporte; por último se crean ventajas de imagen y reputación toda vez que se convierten en empresas responsables comprometidas con el cuidado del medio ambiente.
En Cuba apostamos por todas estas acciones para la transición energética a partir de la Política para el Desarrollo Perspectivo de las Fuentes Renovables y el Uso Eficiente de la energía 2014 – 2030, y promovemos una mayor incorporación de empresas a su implementación con el propósito de consolidar la eficiencia y sostenibilidad del sector y, en consecuencia, de la economía nacional.